domingo, 13 de enero de 2019

John Keel, Osiris y los nombres de los "tripulantes"

Keel fue el primer investigador moderno en conectar la Ufología con la Demonología; incluso antes que el doctor Jacques Vallée escribiese Magonia o Gordon Creighton conectara con la idea de los Jinns árabes. Dicen que sus libros sufren de una eterna "maldición;" la gente que los lee pronto olvida varias, muchas o todas sus valiosas ideas. Para intentar compensar, aquí una humilde traducción de alguna de sus obras (Operation Trojan Horse y The Cosmic Question).

Sobre los nombres de los "tripulantes"

[...] su ufonauta se identificó con un nombre que el Sr. Padrick más tarde deletreó fonéticamente como Zeeno. Aunque Padrick no tenía conocimiento del griego, xeno (pronunciado zee-no) es la palabra para extraño en ese idioma.

Otro inglés, Arthur Shuttlewood, el editor de Warminster Journal, se involucró en investigaciones de ovnis; cuando Warminster experimentó una espectacular avistamiento de platillos volantes en diciembre de 1964. Pronto fue introducido en el mundo crepuscular de los Elementales. Primero recibió una larga serie de llamadas telefónicas supuestamente de la gente del espacio. Más tarde, los caballeros altos, pálidos y de dedos largos que venían tocando su puerta, comenzaron a entablar extensas conversaciones sobre asuntos cósmicos. Anunciaron que eran del Cantel (su palabra para planeta) de Aenstria. Se identificaron como Caellsan, Selorik y Traellison. Estos nombres probablemente fueron provistos en términos griegos antiguos. Aenstria podría derivarse de la antigua historia griega de Eneas, el hijo del príncipe troyano Anquises y la diosa Afrodita. Eneas recorrió el mundo durante siete años y fue el tema de la historia de Virgilo: Aeneid, un libro sobre el que Shuttlewood nunca había oído hablar. Caellsan podría haber tenido sus raíces en la historia de Caeneus, una mujer de Tesalia que se suponía que tenía el poder de cambiar su sexo. Según la leyenda, ella ofendió a Zeus y fue castigada por convertirse en pájaro. Una de las siete colinas de Roma se llama Caelian. El nombre Selorik podría provenir de Selene, la diosa de la luna de la mitología griega.

Sobre Osiris y Jesus:

“En cualquier caso, millones de personas responden emocionalmente a la historia del sufrimiento y pasión de Cristo, de la misma forma, casi de manera idéntica, a una historia similar que dominó la civilización egipcia por varios miles de años. La vida espiritual en Egipto giraba alrededor del mito de Osiris, quien, al igual que Cristo, fue un gran líder espiritual que sacrificó su vida para luchar 'contra el mal.' Y, como Cristo, retornó como una aparición para guiar a su gente en momentos de tragedia y dolor. Muchas de las creencias cristianas son adaptaciones de la teología osírica temprana [quizá arrastrada en los ritos órficos] y que más tarde se desparramaron por toda Grecia. Los griegos tuvieron una gran influencia sobre el paleo-cristianismo y muchas de sus creencias empaparon la doctrina cristiana. De acuerdo al arqueologista E. A. Wallis Budge:
» La historia de Osiris no se encuentra de manera conexa y
» concisa en la literatura egipcia; pero en todas partes, y en
» los textos de todos los períodos, la vida, los sufrimientos,
» la muerte y la resurrección de Osiris se aceptan como
» hechos universalmente admitidos.
» Osiris era el dios por medio de cuyos sufrimientos y muerte,
» el egipcio esperaba que su cuerpo pudiera volver a levantarse
» en alguna forma transformada o glorificada, y quien había
» vencido a la muerte y se había convertido en el rey del otro
» mundo; el egipcio apeló en oración por la vida eterna a través
» de su victoria y poder. En todas las inscripciones funerarias
» que se conocen, desde los textos de la pirámide hasta las
» oraciones inscriptas sobre los ataúdes del período romano,
» lo que se hace por Osiris se hace también para los difuntos,
» el estado y la condición de Osiris son el estado y la condición
» del fallecido; en una palabra, el fallecido se identifica con Osiris.«
Cuando estuve en India, me maravilló los frecuentes rumores e historias de encuentros directos con el extenso panteón de dioses hindúes. Incluso hoy, individuos solitarios que transitan senderos pocos frecuentados se topan con entidades lumínicas que se manifiestan con la apariencia de las deidades de antaño y reciben mensajes que parecen estar perfectamente diseñados para mantener y ampliar la particular creencia que ostenta el contactado; la iglesia católica muchas veces los rubrica como 'mariofanías.'

Es curioso que hoy en día, muchos contactados afirmen presenciar apariciones con una  semejanza artística a las pinturas renacentistas de Cristo que brindan mensajes con un tono bíblico y reafirman la fe de su dogma, en especial, el temor y el pavor ante el Fin del Mundo. Me he tomado el tiempo de entrevistar a muchas de estas personas y me sorprendió su sinceridad, honestidad y, sobre todo, su estabilidad mental.

Para que un mito como el de Osiris sobreviva por casi 4 mil años, es necesario que manifestaciones de este clase se hayan reinyectado repetidas veces, generación tras generación.

A lo que voy es que el problema central al que nos enfrentamos no es el cuestionamiento de la existencia de imágenes arquetípicas como Vishnu, Osiris, Cristo o la Virgen. ¿Serán los humanos los que crean estos mitos o habrá algún Sistema subyacente que produce estas entidades sufrientes, estos héroes sacrificiales, para que los seres humanos mantengan un patrón mental similar: la de soportar, al igual que sus héroes divinos, las condiciones insufribles de la vida terrestre? ¿Acaso habrá una fuerza exógena que produzca esta propaganda para manipular nuestra conducta en pos de someternos de manera acrítica al martirio? Si así fuese, ¿cuál sería el propósito de programarnos para aceptar incondicionalmente el sufrimiento?

Tal vez no existan respuestas sencillas.

Sobre los seres humanos como "Contenedores":

Algunas religiones enseñan que los humanos son puestos aquí para contener 1 almas. La Tierra sería un tipo de granja, y las personas son su producto más importante. Otras religiones creen que las almas se mueven de un cuerpo a otro en el largo y aburrido proceso de la reencarnación. El alma se educa lentamente a lo largo de muchas generaciones, y cuando finalmente recibe su diploma celestial, se libera para ir al espacio y convertirse en parte de la mente cósmica.

La ciencia médica no reconoce el alma humana, ya que ningún patólogo ha diseccionado el cadáver de un alma para introducirlo en un tubo de ensayo y realizar extraños experimentos. Pero los hombres siempre han creído en la existencia de una fuerza especial o fragmento de energía que sobrevive después de la muerte. Los ritos funerarios en muchas culturas tuvieron en cuenta esta creencia. Los egipcios retrataron el alma como un pajarito que aletea lejos del cadáver. Los psíquicos modernos afirman ver una pequeña luz que sale del cuerpo humano en el momento de la muerte. Los perros se quedan en soledad aúllan lastimosamente en el momento en que sus amos mueren. ¿Qué señal dispara su grito? ¿Sus ojos sensibles ven una porción de energía elevándose hacia el cielo?

En la década de 1960, los OVNIs tenían una curiosa tendencia a flotar por encima de las salas funerarias y los hospitales. En algunos casos, las luces OVNI aparecieron en determinadas casas, todas las noches, durante semanas, hasta que uno de los residentes murió. El libro 'inspirado' Oahspe, menciona las 'naves de almas,' grandes esferas luminosas que viajan a través del cielo y recogen las almas de los recién desaparecidos; las almas corren hacia ellas pues ven una luz la que adivinan por sus creencias que es Dios en los Cielos. Los antiguos egipcios estaban familiarizados con este fenómeno, y las  'naves de almas' eran incluso parte de sus ritos funerarios.